La vid pertenece a la familia de las Vitáceas. De entre los varios géneros que existen destacamos el V. vinífera L.
Principalmente mediterráneo.
Sensibilidad a las heladas primaverales, las granizadas primaverales y de verano, las altas temperaturas en verano, las lluvias en la época de la vendimia y el calor húmedo durante todo su ciclo vegetativo.
Planta de gran rusticidad, que se adapta a la mayor parte de los terrenos de uso agrícola. No obstante, hay tres factores que pueden ser limitantes para su cultivo: la salinidad, el exceso de caliza y los niveles elevados de arcilla.
La aplicación de enmiendas orgánicas al suelo, es un aspecto de crucial importancia.
En general, es recomendable aplicar productos orgánicos estabilizados e higienizados, con la finalidad de reducir los posibles riesgos derivados de la aplicación de las materias orgánicas crudas, como la inmovilización del nitrógeno, la liberación de compuestos fitotóxicos, la presencia de microorganismos patógenos, semillas de malas hierbas, etc. Asimismo, las enmiendas y los abonos orgánicos deben presentar unos contenidos de metales pesados inferiores a los máximos admisibles por las normativas vigentes.