Humus de lombriz sólido

sólidos
humus
Abono sólido

HUMUs

Humus de lombriz 100%, es un abono orgánico de granulo fino y estable, que enriquece la calidad del suelo mejorando sus propiedades físico-químicas y biológicas.

Se pude definir como la última etapa en la que la materia orgánica es transformada, por acción de las lombrices, encontrándose como coloide, lo cual regula la dinámica de nutrición del suelo.

El vermicompost producido por la actividad de las lombrices es rico en macro y micronutrientes, vitaminas, hormonas de crecimiento, enzimas como proteasas, amilasas, lipasa, celulasa y quitinasa y microflora inmovilizada. Las enzimas continúan su acción sobre la materia orgánica incluso después de haber sido expulsadas de las lombrices.

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beneficios abono humus de lombriz

Beneficios extraordinarios del humus de lombriz sólido para mejorar la fertilidad del suelo:

humus de lombriz

En las últimas décadas, la actividad agrícola ha experimentado un desarrollo espectacular tanto en lo referente a la fertilización, como al tratamiento de plagas y enfermedades en los cultivos. Pero todo crecimiento acelerado presenta sus pros y sus contras. El desarrollo de técnicas de fertilización y la protección de cultivos mediante la aplicación de compuestos químicos de síntesis ha tenido las siguientes consecuencias:

0.1

Descenso de las poblaciones microbianas que de manera natural colonizaban los cultivos.

0.2

Carencia de compuestos orgánicos fundamentales para el correcto desarrollo de los cultivos que generaban, reciclaban y movilizaban la microbiología simbiótica con la planta en el entorno de raíz

0.3

Eliminación de las barreras físicas y químicas que las poblaciones del ecosistema de la planta tenían para su protección (ya sean fúngicas, bacterianas, lombrices, insectos, etc.)

0.4

La eliminación de la flora hospedadora de la fauna útil.

0.5

Contaminación de suelos y aguas, tanto subterráneas como superficiales, en estas últimas generando problemas de eutrofización afectando gravemente a la vida acuática.

Estas son las consecuencias que se pretenden corregir, y este artículo va a justificar el empleo del humus de lombriz como elemento fundamental para la sanidad, el correcto desarrollo y equilibrio de los cultivos. Charles Darwin describió a las lombrices de tierra como las ‘extraoficiales soldados de la humanidad’, y Aristóteles las llamó ‘el intestino de la tierra’, ya que pueden digerir una amplia variedad de materiales orgánicos. Las lombrices transforman la basura en ‘oro’.

¿Qué es y como se hace el humus de lombriz?

El vermicompostaje es el término que se utiliza para el proceso de convertir materia biodegradable en humus de lombriz —o vermicompost, como debería llamarse— mediante la actividad de las lombrices de tierra. Se trata de un proceso de oxidación biológica no termófilo (es decir, que no implica altas temperaturas como el compostaje convencional), en el que la materia orgánica se transforma en humus, un material visualmente similar a la turba.

En el proceso de formación del humus, la lombriz de tierra desempeña el papel principal, pero existen muchos otros agentes de apoyo esenciales —principalmente microorganismos— que contribuyen activamente y le otorgan al humus de lombriz sus propiedades únicas.

Las lombrices descomponen el sustrato, aumentando la superficie específica para mejorar la degradación bacteriana, lo que constituye la fase activa del vermicompostaje. A medida que esta materia orgánica triturada pasa por el tracto digestivo de la lombriz, se mezcla con la microflora residente (similar a nuestras bacterias intestinales) y enzimas digestivas. Luego, sale de la lombriz parcialmente digerida como "desecho", tras lo cual las bacterias continúan el proceso de descomposición, contribuyendo a la fase de naturalización.

Esta naturalización facilita la disponibilidad de la materia orgánica para las plantas, no solo inmediatamente después de su aplicación, sino también a largo plazo.

La producción de humus de lombriz es un proceso que se desarrolla a lo largo de un año completo, con varias etapas clave:

FASE 1

El estiércol de vaca y oveja se combina con residuos vegetales para crear una mezcla homogénea, que luego se apila.

FASE 2

Durante los tres meses siguientes, las pilas se voltearon un par de veces al mes para airearlas. Esto permitió que la mezcla se estabilizara y previno la fermentación indeseada.

FASE 3

Una vez estabilizado, el material se traslada a lombricomposteras largas (50 metros por 2 metros), donde las lombrices comienzan su trabajo.

FASE 4

Durante los siguientes doce meses, los lechos se riegan regularmente para mantener los niveles de humedad necesarios para el correcto desarrollo de las lombrices.

FASE 5

Una vez finalizado el vermicompostaje, se extrae el humus de las camas y se vuelve a apilar durante un mes más. Durante este tiempo, se remueve para ayudar a estabilizar la microbiología esencial de los residentes.

FASE 6

Luego se tamiza el humus para eliminar las partículas más grandes y se envasa para su distribución.

En total, se requieren 16 meses de trabajo dedicado para crear un producto único con propiedades excepcionales.

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Características y composición

El humus de lombriz contiene una gran cantidad de materia orgánica, ácidos húmicos, nitrógeno, fósforo, potasio y una amplia gama de enzimas, microelementos y aminoácidos. Estos componentes promueven eficazmente el crecimiento de los cultivos y mejoran su calidad general.

Tras el proceso de vermicompostaje, el pH del vermicompost es inferior al del compost convencional, debido a la producción de CO₂ y ácidos orgánicos durante la descomposición bacteriana en la bioconversión de diversos sustratos.

La acción del humus de lombriz en el suelo no es efímera. Los nutrientes disponibles para la nutrición vegetal se liberan de forma constante gracias a la actividad de los microorganismos asociados. El humus estable o «estabilizado» se refiere a la materia orgánica fuertemente ligada a los agregados del suelo, típicamente de color oscuro. Su composición es compleja (incluye humina, ácidos húmicos y ácidos fúlvicos) y mantiene una relación carbono-nitrógeno (C/N) constante de entre 9 y 10. Generalmente constituye entre el 75 % y el 80 % del humus total. Su fase de mineralización es muy lenta: solo entre el 1 % y el 2 % se descompone anualmente por acción microbiana, liberando gradualmente minerales que las plantas pueden absorber.

Esta mineralización consta de dos etapas clave: amonificación (conversión de nitrógeno orgánico en amonio) y nitrificación (conversión de amonio en nitrato).

El humus de lombriz regula el pH, la microbiología y la actividad enzimática del suelo. También reduce la presencia de compuestos químicos solubles en agua, que son una fuente de contaminación ambiental.

El vermicompost aumenta la proporción de macroporos del suelo (50-500 µm), lo que mejora el equilibrio agua/aire, un factor esencial para el crecimiento saludable de las plantas.

Figura 1.

a) Estiércol de vaca antes del vermicompostaje.

b) Estiércol de vaca después del vermicompostaje.

El humus de lombriz es cuatro veces más nutritivo que el compost tradicional, como lo demuestran numerosos estudios. Por ejemplo:

Tabla 1: Valores de NPK del humus de lombriz comparado con el compost tradicional de estiércol de vaca (C, N y P en %; otros en mg/100 g).

Tabla 2: Comparación de valores nutricionales entre compost convencional y humus de lombriz (C, N y P en %; otros en mg/100 g).

El contenido de nitrógeno disponible en el suelo se puede estimar multiplicando el contenido total de nitrógeno del humus de lombriz por 20.

El humus de lombriz también contiene reguladores del crecimiento vegetal, como auxinas, giberelinas y citoquininas de origen microbiano, así como cantidades apreciables de ácidos húmicos. Las citoquininas producidas por bacterias del género Arthrobacter en el suelo mejoran el vigor de las plántulas. Las giberelinas, producidas por microorganismos, influyen en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Las auxinas, producidas por Azospirillum brasilense, promueven el crecimiento de las gramíneas (familia Poaceae). Amplias investigaciones sobre la actividad biológica de las sustancias húmicas han demostrado que pueden: estimular el crecimiento vegetal; solubilizar minerales insolubles en la materia orgánica, haciéndolos disponibles para las plantas; ayudar a las plantas a afrontar el estrés; y aumentar el rendimiento de materia seca en diversos tipos de cultivos.

Propiedades del humus de lombriz

01.
Alto contenido de nutrientes disponibles para las plantas

El humus de lombriz contiene altos niveles de nutrientes disponibles para las plantas, como nitratos (N), fosfatos (P), potasio soluble (K) y magnesio (Mg), así como fósforo (P) y calcio (Ca) intercambiables. Su estructura de partículas finas ofrece una gran superficie con numerosos micrositios, lo que favorece la actividad microbiana y una alta retención de nutrientes.

02.
Abundancia excepcional de microorganismos beneficiosos

El humus de lombriz presenta una alta actividad microbiológica y biodiversidad, especialmente en los géneros de hongos, bacterias y actinomicetos.
Varios investigadores han reportado poblaciones bacterianas de hasta 32 millones por gramo en humus de lombriz fresco, en comparación con solo 6-9 millones por gramo en el suelo circundante. Algunos estudios también han encontrado densidades microbianas superiores a 10¹⁰ por gramo de humus de lombriz. Esto incluye actinomicetos, Azotobacter, Rhizobium, Nitrobacter y bacterias solubilizadoras de fosfato, que suelen oscilar entre 10² y 10⁶ por gramo.

Las bacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPB) mejoran directamente el desarrollo de las plantas mediante la fijación de nitrógeno, la solubilización de nutrientes y la producción de hormonas de crecimiento como la desaminasa del ácido 1-aminociclopropano-1-carboxílico (ACC). Indirectamente, generan compuestos antagonistas —como sideróforos, quitinasa, ß-1,3-glucanasa, antibióticos, pigmentos fluorescentes y cianuro— que ayudan a suprimir los hongos patógenos.

Además, microorganismos como bacterias, hongos, actinomicetos, levaduras y algas producen cantidades significativas de reguladores del crecimiento vegetal (RCV), como auxinas, giberelinas, citoquininas, etileno y ácido ascórbico. Cuando las lombrices participan en el proceso de compostaje, la cantidad de RCV disponibles en el humus de lombriz aumenta significativamente.

La colonización de actinomicetos, estimulada por el humus de lombriz, crea interacciones beneficiosas dentro de la rizosfera, promoviendo el crecimiento vegetal, aumentando la disponibilidad de nutrientes y proporcionando mecanismos de defensa contra hongos patógenos como los del género Fusarium, entre muchos otros.

03.
Rico en hormonas del crecimiento: estimulantes bioquímicos del crecimiento

El humus de lombriz estimula el crecimiento vegetal incluso cuando la planta ya recibe una nutrición óptima.
Además, ha mejorado significativamente la germinación de las semillas, el desarrollo de las plántulas y ha impulsado el crecimiento general de la planta mucho más allá de lo que se puede lograr mediante la conversión de nutrientes minerales en formas disponibles para la planta. Estudios han demostrado que los mayores beneficios del humus de lombriz se producen cuando constituye entre el 10 % y el 40 % del sustrato.

Los microorganismos, como bacterias, hongos, actinomicetos, levaduras y algas, también producen reguladores del crecimiento vegetal (RCV) como auxinas, giberelinas, citoquininas, etileno y ácido ascórbico en cantidades considerables. Cuando las lombrices de tierra participan en el proceso, la cantidad de RCV disponibles en el humus de lombriz aumenta sustancialmente.

La colonización por actinomicetos introducidos a través del humus de lombriz genera una interacción beneficiosa en la rizosfera con la planta. Esta interacción estimula el crecimiento vegetal, proporciona una gran cantidad de nutrientes y ejerce funciones defensivas contra hongos patógenos como los del género Fusarium, entre muchos otros.

04.
Rico en ácidos húmicos: Promotores bioquímicos del crecimiento radicular y la absorción de nutrientes.

Los ácidos húmicos mejoran la absorción de nutrientes por parte de las plantas ya que aumentan la permeabilidad de las membranas de las células radiculares, estimulando así el crecimiento de las raíces y la proliferación de los pelos radiculares.

05.
El vermicompost no contiene patógenos

En una combinación de humus de lombriz con material compostado durante 21 días, se produjo un compost con una relación C/N aceptable, textura homogénea y buena consistencia como fertilizante. El estudio también indicó que este producto lidera la reducción de patógenos después de tres meses de almacenamiento.

Sin embargo, las muestras que consistían solo en compost retuvieron niveles más altos de patógenos incluso después de tres meses de almacenamiento. El humus de lombriz no contiene patógenos dañinos para los humanos. La producción de lombricomposta conlleva una reducción significativa de microorganismos patógenos para los humanos, similar al compostaje convencional. Se acepta generalmente que durante la fase termófila de 72 horas del compostaje, se elimina la mayoría de los patógenos. Sin embargo, estos estudios muestran que los patógenos humanos tampoco sobreviven al proceso de vermicompostaje. Después de 60 días de vermicompostaje, los niveles de bacterias coliformes fecales en biosólidos disminuyeron de 39,000 NMP/g (Número Más Probable por gramo) a 0 NMP/g. En el mismo período, Salmonella sp. Los niveles disminuyeron de <3 NMP/g a <1 NMP/g. Se han reportado resultados similares para coliformes fecales, Salmonella sp., virus entéricos y huevos de helmintos.

06.
El vermicompost no contiene químicos tóxicos.

Varios estudios han descubierto que las lombrices de tierra acumulan o biodegradan eficazmente sustancias químicas orgánicas e inorgánicas, así como metales pesados, pesticidas organoclorados e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) presentes en su entorno.

07.
El vermicompost protege las plantas de plagas y enfermedades.

En los últimos años se han encontrado considerables evidencias sobre la capacidad del humus de lombriz para proteger a las plantas contra diversas plagas y enfermedades eliminándolas o repelerlas, introduciendo resistencia biológica en las plantas para combatirlas o matándolas mediante la acción de pesticidas.

I. Induce resistencia biológica en la planta.

El humus de lombriz contiene antibióticos y actinomicetos que ayudan a aumentar la resistencia biológica de toda la planta contra enfermedades y plagas. El uso de pesticidas en aerosol se ha reducido significativamente con la aplicación de humus de lombriz en la agricultura. El vermicompost en concentraciones de 40 µg/ml produjo una reducción del 50 % en la formación de zoosporangios de Phytophthora cryptogea.

II. Repele plagas

Puede repeler insectos como escarabajos (coleópteros) y/o saltamontes/grillos (ortópteros). Se observa una reducción significativa en las poblaciones de artrópodos (pulgones, chinches, cochinilla algodonosa, araña roja) y una consiguiente reducción de daños en plantas de tomate, pimiento y col al añadir humus de lombriz al 20% y al 40% en ensayos. El humus de lombriz repele diversas plagas. Este efecto se explica por la producción de enzimas como la quitinasa por parte de las lombrices, que degradan el exoesqueleto quitinoso de los insectos.

III. Elimina las enfermedades de la planta.

El uso de humus de lombriz en cultivos inhibe las enfermedades fúngicas generadas en el suelo. También se observó una supresión significativa de nematodos parásitos en ensayos de campo realizados con pimiento, tomate, fresa y vid. La explicación científica es que la abundancia de microbiología beneficiosa en el humus de lombriz protege a la planta al competir por los recursos nutricionales y también al bloquear el acceso a las raíces al ocupar todo el espacio disponible.

El efecto agronómico de pequeñas aplicaciones de vermicompost comercial sobre los ataques fúngicos causados ​​por Pythium en pepino, Rhizoctonia en rábano de invernadero, Verticillium en fresa y Phomopsis y Sphaerotheca fuliginea en vid fue significativo. En todos estos experimentos, la aplicación de humus de lombriz redujo significativamente la incidencia de enfermedades. La capacidad de eliminar enfermedades desapareció al esterilizar el humus de lombriz, lo que indica de forma convincente que los mecanismos biológicos de supresión de enfermedades involucran microbiología antagónica.

Existen dos mecanismos responsables de la supresión de patógenos: uno depende de la resistencia sistémica de la planta y el otro de la competencia microbiológica, la antibiosis y el hiperparasitismo. El efecto supresor del humus de lombriz contra la fusariosis del tomate es claramente biótico, no químico; los experimentos con humus de lombriz esterilizado no lograron controlar la enfermedad.

Además, existe amplia evidencia de la capacidad del vermicompost para controlar plagas de artrópodos y nematodos, evidencia comparable a la que respalda la idea de que la fertilización inorgánica convencional aumenta la severidad del ataque de las plagas, no solo al mejorar la nutrición, sino también al potenciar su capacidad reproductiva.

El moco secretado por el tracto digestivo de la lombriz estimula el antagonismo y la competencia entre diversas poblaciones de microorganismos, que a su vez producen antibióticos y sustancias bioquímicas que actúan como hormonas, promoviendo el crecimiento vegetal. Además, el moco acelera y mejora la descomposición de la materia orgánica, que contiene fitohormonas hidrosolubles y nutrientes disponibles para la planta.

Indicaciones para uso en cultivos

El humus de lombriz es apto para cualquier tipo de cultivo y se recomienda especialmente para suelos con desequilibrios severos, falta de materia orgánica o problemas de retención de agua.

Los suelos con bajo contenido de materia orgánica y baja actividad microbiana son propensos a enfermedades radiculares, y la adición de enmiendas orgánicas las elimina eficazmente.

El humus de lombriz aplicado en una proporción de 20:1 aumenta significativa y consistentemente el crecimiento de las plantas, tanto en campo como en invernadero, lo que proporciona evidencia sustancial de que los factores biológicos promotores del crecimiento desempeñan un papel clave en la germinación de las semillas y el crecimiento de las plantas. Investigaciones han revelado que las hormonas vegetales y los reguladores del crecimiento, como las auxinas, las giberelinas, las citoquininas, el etileno y el ácido abscísico, son producidos por microorganismos.

Esto es particularmente importante para suelos con poca estructura, donde la erosión se ha producido debido a pendientes pronunciadas, movimientos de tierra o incluso inundaciones, fenómenos que provocan la pérdida de la cobertura fértil del suelo.

El humus afecta las propiedades físicas del suelo formando agregados y proporcionando estabilidad estructural, uniéndose a las arcillas y formando el complejo de intercambio catiónico, promoviendo la infiltración y retención de agua, reduciendo la erosión y mejorando el intercambio de gases. Respecto a su efecto sobre las propiedades químicas del suelo, los autores mencionan que aumenta la capacidad de intercambio catiónico, las reservas de nutrientes para la vida vegetal y su capacidad amortiguadora. También mejora la eficacia de los fertilizantes minerales y facilita su absorción a través de las membranas celulares de los pelos radiculares. En cuanto a su efecto sobre las propiedades biológicas, el humus favorece los procesos de mineralización, favorece el desarrollo de la cubierta vegetal, sirve de alimento a numerosos microorganismos y estimula el crecimiento vegetal en un sistema ecológico equilibrado. Estos efectos de la materia orgánica también han sido sugeridos por otros autores.

En suelos con «bloqueo», donde la Capacidad de Intercambio Catiónico (C.I.C.) se ve afectada por concentraciones anormales de ciertos elementos del suelo, lo que provoca el bloqueo de otros nutrientes y dificulta la nutrición adecuada de las plantas.

En suelos con niveles de pH extremos, el humus actúa como un amortiguador (regulación del pH), ayudando a llevar los valores de pH a rangos en los que las plantas pueden absorber mejor los nutrientes.

Durante el trasplante, promueve y estimula el desarrollo radicular, a la vez que nutre, protege y activa la planta para asegurar un crecimiento vigoroso en condiciones de estrés.

En suelos donde se detecta toxicidad por productos fitosanitarios u otras sustancias tóxicas para los cultivos, las sustancias activas del humus se unen a los compuestos químicos (al igual que los olores y sabores se unen a las partículas de carbón activado), formando complejos que los inmovilizan y previenen daños a los cultivos.

Dosis recomendadas de abonos sólidos

Características técnicas

fertilizantes y abonos

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